La ética de
Nietzsche
Desarrolla una
ética de la autorrealización, del desarrollo de sí mismo. Se trata, por tanto,
de una ética material. Entiende la felicidad como creación de sí
mismo, como autocreación en el juego de la experiencia sin
límites. La ética de Nietzsche tendría dos momentos:
- La crítica
a la moral.
- El
nihilismo como alternativa.
La crítica a la moral:
Para Nietzsche
la moral es una fuerza terrible y engañadora que ha corrompido a la humanidad
entera. La moral es la gran mentira de la vida, de la historia, de la sociedad.
En “La genealogía de la moral”, Nietzsche trata de desenmascarar la
moral. Para ello, enfoca la moral desde un doble punto de vista.
A) Etimológico:
busca las raíces de las palabras “bueno” y “malo” y encuentra que su significado
ha cambiado respecto a lo que significaron en un principio. Bueno significaba
“noble”, “dominador”, “de clase o rango superior” , “aristócrata” (areté,
bonus, gut) y malo era el débil, el simple, el vulgar, el plebeyo, el sometido
o de rango inferior.
B)
Históricamente: Nietzsche investiga el origen de los conceptos “bien” y mal”.
En su origen encuentra una doble moral:
B.1) La moral de los señores: es la de los fuertes, creativos, dominadores. Estos forman
una casta o clase social que se impone a la clase de los débiles, de los
inferiores, de los vulgares y sometidos. El dominador ama la vida, es duro para
sí y para los demás, y desprecia la debilidad y la cobardía, el miedo, la
humildad y la mentira. No se compadece ni es piadoso.
B.2) La moral de los esclavos privilegia la igualdad, la compasión, la
dulzura y la paciencia. Es propia de los oprimidos y los débiles que a menudo
desprecian esta vida y se refugian en al más allá.
Según
Nietzsche, se ha producido una transmutación de los valores. La
búsqueda socrática del universal, y la aportación judeocristiana de la
misericordia y la compasión ejecutaron una traición sobre la moral de los
señores, imponiendo una moral de esclavos como alternativa. Hechos históricos
como la revolución francesa o la expansión de la democracia vienen a verificar
y confirmar esta traición. La inversión o transmutación de los valores está
consumada y Nietzsche reivindica la moral de los señores. La moral y la
religión son engaños, traiciones, imposiciones.
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